Daniel Otoya – desobediencia asi como apego. Habia la mujer desnuda. Lineas vacias, transparentes, dibujaban las ideas.
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Wilde asi como la aparente normalidad
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miercoles, 25 de enero de 2012
jueves, 8 de diciembre de 2011
miercoles, 15 de junio de 2011
Estaba en llamas.
El panorama desde las ojos era un agujero concavo repleto de verdes, grises y ocre de ladrillos. Imaginaba sus orejas, la gradacion tonal del paraiso dentro de 2 negras palomas. Vio algunas personas conversando. habria caminado si los ojos no la hubieran afectado con su sueno, le habria pedido perdon al pasto por nunca interesarse, desplazandolo hacia el pelo hubiera ido; No obstante su espalda, apoyada al tronco de un arbol, nunca queria desperdiciar su opresion, ni animarse, ni meditar. Y no ha transpirado no obstante, la atractivo de la sombra del arbol bajaba sobre una rosado sobre recuerdos de otro dia de pavimento sobre sombras difusas que le hacian acordarse algo nefasto en notar el lastre sobre tantas nubes, aunque daba igual. Lineas blancas, palabras, voces, discursos que se repetian. Dificilmente una mancha purpura, una insolita gota de color purpura estrellandose en los ojos abiertos; sonar era preferible, era esa gota coloreando la idioma de un can devorador de moras. Sonar era permanecer desnuda, Canjear y no ha transpirado meditar aunque nunca mucho en cualquier no muy claro afan, queriendo que aparezca en realidad una cosa puro, alguna cosa mismo; bello e innecesario, pero natural.
Mi aciago Apolo, nunca muerdas la madera, Dafne Ahora no siente. Nunca claves tus ojos en aquellos circulos que se suspenden; vuelvete del ala de su madera o derribala con susurros, mi aciago Apolo. Nunca cedas al clamor de voces igual que las mias, mi confuso persecutor; Dafne desea oirte, la novia entrecierra los ojos en la savia, clava en su corazon la fama sobre tu dolor desplazandolo hacia el pelo regocijo en el extasis de sus dedos secretos. Pero no te lo dira la novia, Dafne se ha perdido entre las hojas. Oye mi voz que seria la de ella y no ha transpirado no seria, que escurre mi inspeccion por su espalda, crispada de deseo solar, que ve nuestros cuerpos lejanos en la decorado desplazandolo hacia el pelo que aconseja, Apolo, no oigas diferentes voces. Ansio continuar oyendo tus insipidos jadeos y mis dulces secretos alrededor de nuestros cuerpos, sintiendo languida que de este modo estas bien.
. Mirando por la ventanilla del coche, rumbo a la residencia vacia. Habia un arbol. Tan solo duro unos segundos. Desaparecio. Desaparecio como cualquier, exceptuando la luna, unida a esos ojos, interesada en mirarse, confundida. el auto doblaba la esquina. La luna aparecia quieta atras sobre el. Las pies le temblaban cada que veia el rostro de varon que habia adquirido aquel hijo que En seguida lo arrastraba al volante. Volvio el arbol, acompanado esta oportunidad sobre un mentira de destello ambarino. La decorado habia perdido genial parte sobre la encanto que contenia. Segundos posteriormente eran unos ninos desnudos. Dormia. Padre. Pater. la morada, recuerdas, no tiene la figura que antiguamente habia tenido. Las claroscuros del aniversario que comenzaba aligeraban la senal del memoria de la noche en que la abandono https://besthookupwebsites.net/es/christian-cupid-review/. El crio corrio hacia el segundo piso asi como le saludo desde la ventanilla del carro, papa, papa. Desperto. La luna se movia. El escenario iluminante de la pintura resaltaba su abandono en la expresion del varon. Maria se reprocho. Urdir tan frecuentemente; a todo estimulo. sin embargo esos ojos revelaban la luna en su resplandor: quizas solo un recuerdo. Paso al siguiente cuadro, alguno que era suyo. Le fastidio permanecer relacionando cada imagen, cada decorado, con el desarraigo, la fugacidad del tiempo asi como la terquedad sobre la Luna sobre esa misma noche, la que, a pesar sobre apresurar a fondo, De ningun modo pudo dejar antes. Alguien le pregunto debido a que intentaba decir en este cuadro. Fingio la replica positiva. Le daba pena confesarle a ese extrano que ahi ella presentia, aunque no presentaba los brazos de Mama Eva. El adulto se fue. Mirando por la ventanilla del automovil. La periodo estaba escrita en el papel. Maria lo dudo antes de arrugarlo. Arrugo la servilleta asi como la dejo contiguo a la tasa. Hubiera querido aplicarle una pincelada violaceo. Seguidamente que salio del brazo de Andre y no ha transpirado se interno en los nuevos colores que le llovian desde la noche, dejando falto anhelo ni rencor el clima sobre la exposicion, hubiera querido alguna cosa de apego expuesto, aunque sabia que Andy por aquellos tiempos no podia mas que fingir mal.
